DOLOR NOCIPLÁSTICO 1ºPARTE

Este tipo de dolor cambió de nombres a lo largo del tiempo y se lo considera actualmente como el “tercer mecanismo del dolor”, luego de los dolores nociceptivo y neuropático. El sistema nervioso central percibe dolor cuando no existe ningún estímulo periférico que lo evoque. Alrededor de este tipo de dolores tan frecuentes en la práctica diaria se mantiene una connotación peyorativa de que es “secundario a la locura” lo que le confiere un carácter estigmatizante. Estos dolores, hasta hace poco sin correlación orgánica, se acompañan de depresión, ansiedad, insomnio,pensamientos negativos, gran utilización de recursos asistenciales y jerarquización desproporcionada del síntoma en la vida cotidiana del paciente. No es infrecuente escuchar de los pacientes que preferirían padecer cáncer a estos cuadros.

Si bien esto siempre existió y existirá, ha habido cambios sustanciales en la comprensión de su fisiopatología y su base biopsicológica. Tres hitos marcan la visión actual de este problema, la identificación clínica de cuadros estereotipados, los síndromes por sensibilización central (Website, n.d.; Yunus, 2015), la confirmación de un proceso central de nocicepción alterada (Pujol et al., 2017) y el cambio de nomenclatura (Kosek et al.,2016). La identificación de cambios biológicos en estos dolores y su nueva nomenclatura nos ayudan a informar y tratar al paciente en un marco que facilita la asistencia.

¿El dolor crónico sine materia es un problema de la mente, del cuerpo o de ambos?

Hasta hace poco se discutía si síndromes, como la fibromialgia, y otros cuadros de dolor crónico sin evidencia ninguna lesión orgánica (dolor sine materia), ¡realmente existían! Aún hay quienes niegan su existencia mientras otros los consideran fruto de cuadros psiquiátricos o, incluso,de simulaciones.

La definición de Dolor Neuropático (DN), utilizada desde 1994 hasta 2008: “dolor iniciado o causado por una lesión o disfunción del sistema nervioso” (Merskey & Bogduk, 1994), permitía que estos síndromes se incluyeran dentro de esta categoría, pero el término disfunción, generó un gran debate hasta que la IASP redefine al DN en 2008 y, finalmente,al Dolor Nociplástico (Kosek et al., 2016), en el cual pueden considerarse síndromes dolorosos, como la fibromialgia.

La atención de pacientes con estos cuadros es, a veces, bastante frustrante ya que nos preocupa que realmente padezcan una enfermedad que no estamos detectando. Los pacientes suelen tener un enorme grado de insatisfacción frente al accionar médico y habitualmente consultan a muchos especialistas, solicitan varias opiniones y se someten a gran cantidad de estudios complementarios en la búsqueda incansable de la enfermedad que les produce su dolor. Sus síntomas terminan siendo el centro de sus vidas, perjudican vínculos afectivos, sociales y laborales. Muchas veces, recurren a las más variadas fuentes de información por internet y llegan a la consulta con grandes cantidades de estudios complementarios, artículos impresos y, sobre todo, por una gran expectativa sobre cada nuevo profesional, que “esta vez” los curará mágicamente, en solo una consulta.

El conocimiento sobre este tema y su nomenclatura han cambiado notoriamente en las últimas décadas y, actualmente, disponemos de algunas herramientas para poder entender y asistir mejor a estos pacientes.

Comencemos con algunas preguntas:

¿Es común que nos consulten pacientes con dolor crónico estudiados por numerosos especialistas sin que les hayan encontrado ninguna alteración orgánica?

¿Es frecuente que a estos pacientes les diagnostiquen cuadros psiquiátricos supuestamente generadores del dolor?

¿Es habitual que estos pacientes reciban múltiples tratamientos, incluso invasivos, con malos resultados?

Lamentablemente creo que la respuesta es afirmativa a todas las preguntas. Sucede a menudo que muchos pacientes con dolor sin evidencia de enfermedad o lesión orgánica que evolucionan en forma crónica, padecen cuadros relativamente estereotipados asociados con otros síntomas similares y hasta pensamientos semejantes.

Estos pacientes tienen muy frecuentemente síntomas depresivos,ansiedad, insomnio, pensamientos desadaptativos y una sensación desproporcionada de gravedad de sus síntomas. Los síndromes más conocidos son la fibromialgia, el síndrome de intestino irritable, el síndrome de fatiga crónica, la cistitis intersticial y el síndrome de la boca quemante,pero no es raro que se superpongan simultánea o secuencialmente.

Dr.Roberto Rey

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Los artículos de esta página y comentarios, se publican sólo con fines informativos y educativos y no pretenden sustituir el asesoramiento médico u otro profesional. Consulte a su médico u otro especialista de atención médica, con respecto a sus síntomas y necesidades médicas.

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