El ejercicio puede exacerbar los síntomas de la fibromialgia, pero también puede ser una de las formas más efectivas de aliviarlos.
La hidroterapia puede beneficiar a las personas con fibromialgia. «Puedes hacer más cosas de las que puedes hacer en tierra sin causar demasiado dolor», dice la fisióloga del ejercicio Sarah Comensoli.
La Fibromialgia es una afección crónica que causa dolor y sensibilidad muscular generalizados. A menudo se acompaña de fatiga, alteraciones del sueño, trastornos cognitivos y angustia emocional. Por lo general, se desarrolla en la edad adulta media y afecta a más mujeres que hombres. En Australia, la fibromialgia afecta del 2% al 5% de la población.
Una fisióloga del ejercicio, Sarah Comensoli, dice que a muchas personas con fibromialgia les preocupa que el ejercicio empeore su dolor. Esa preocupación es razonable: no es raro que las personas con fibromialgia experimenten más dolor y cansancio después del entrenamiento cuando comienzan a hacer ejercicio.
“El ejercicio induce fatiga”, dice el profesor Geoffrey Littlejohn, reumatólogo del departamento de medicina de la Universidad de Monash. «Es un poco como un catch-22, que uno de los tratamientos más efectivos puede agravar los síntomas de la condición, al menos inicialmente».
La combinación de dolor, fatiga e inactividad a menudo conduce a músculos débiles y desacondicionados, lo que hace que las actividades diarias sean un desafío. Pero la investigación ha demostrado que el ejercicio puede aliviar los síntomas . “Es uno de los tratamientos más comprobados para la fibromialgia”, dice Littlejohn.
Comensolisi dice: “El ejercicio ayuda a las personas a mantener y mejorar su capacidad funcional. Si sigue una buena rutina, eso también podría mejorar la duración y la calidad del sueño”.
El ejercicio también puede mejorar el estado de ánimo y la resiliencia. “Muchas personas con fibromialgia experimentan una pérdida de control”, dice Littlejohn. “El ejercicio vuelve a poner eso en sus propias manos”.
Antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, consulte a su médico o fisioterapeuta. Pueden sugerir ejercicios seguros adaptados a su condición y capacidad.
La clase: hidroterapia
Según Littlejohn, las personas con fibromialgia pueden beneficiarse de la hidroterapia porque el agua sostiene su cuerpo. “Puedes hacer más cosas de las que puedes hacer en tierra sin causar demasiado dolor”.
Hacer ejercicio en una piscina de agua tibia puede ofrecer múltiples beneficios. La flotabilidad del agua alivia el estrés en las articulaciones y el calor ayuda a relajar los músculos tensos. Un entrenamiento de agua suave en la piscina de hidroterapia, generalmente a una temperatura de 34 °C, puede reducir la rigidez y aliviar los espasmos musculares, lo que resulta en una mayor flexibilidad y rango de movimiento.
Comensoli advierte que las personas aún deben evaluar las clases a las que quieren asistir. “Muchas clases grupales tienen una duración de 45 a 60 minutos, y eso puede ser demasiado para algunas personas”.
El movimiento: puente de pilates
“Algo que nos encanta que la gente pueda hacer durante mucho tiempo es levantarse de una silla sin las manos”, dice Comensoli. “Así es como te levantas de tu sofá, te levantas del baño, sales de tu auto. Si puedes hacer eso, entonces la vida va a ser un poco más fácil”.
Para ayudar al cuerpo a mantener esa función, Comensoli sugiere fortalecer los glúteos y los músculos de las piernas con un ejercicio de puente estilo pilates.
Comensoli dice que algunas repeticiones del ejercicio del puente pueden ser un buen punto de partida. “Simplemente comience con algunos ejercicios de movilidad para mover las piernas, luego suba para hacer trabajo de fuerza”.
“Estamos tratando de fomentar un movimiento suave que el cuerpo pueda manejar, pero luego progresamos con el tiempo”.
La actividad: caminar
El ejercicio aeróbico regular que hace que el corazón lata un poco más rápido puede mejorar el estado físico y ayudar con el dolor y la fatiga. Las actividades aeróbicas incluyen caminar, nadar, andar en bicicleta y bailar.
Caminar puede aumentar los latidos de su corazón para mejorar su condición física y romper su tiempo sedentario.
Ninguno de estos es necesariamente mejor que los demás, pero es mejor hacer algo que disfrutes, dice Comensoli.
Ella dice que caminar es una gran actividad para comenzar a romper el tiempo sedentario. Es accesible para la mayoría y se puede controlar fácilmente de acuerdo con las habilidades.
“Caminar es genial si les gusta estar afuera. También podría ser una forma de socializar: caminar con un amigo podría ser genial”.
El pase duro: el sobreesfuerzo
Las personas con fibromialgia pueden experimentar dolor muy rápidamente porque su sistema del dolor es demasiado sensible y reacciona a una actividad mínima. Algunas personas pueden desarrollar una alta tolerancia al dolor y superar el dolor. Pero cuando esto sucede, su sistema del dolor se vuelve aún más sensible, por lo que es posible que experimenten dolor antes la próxima vez. Superar el dolor puede enviar una señal de «amenaza» o «peligro» al cerebro. El cerebro interpreta la señal como una “necesidad de protección”, y su forma de proteger el cuerpo es haciendo dolor.
“No empuje hacia la condición física máxima demasiado rápido”.
“Mi filosofía es no poner ninguna actividad en la categoría ‘nunca, nunca’”, dice Comensoli. Ella dice que no se debe evitar ningún ejercicio específico, pero el nivel de actividad debe adaptarse a la condición y habilidades del individuo.
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